Federico García Lorca (1898-1936)
El derecho de acceso universal a la cultura en España, por tanto, no estaba satisfecho cuando toda una comunidad con una identidad y lengua propias, la de las personas sordas, no tenía publicaciones en LSE de la poesía escrita en su país, siendo el género literario que suele considerarse el más elevado.
La aprobación en julio de 2011 de la Estrategia Integral Española de Cultura para Todos (Accesibilidad a la cultura para las personas con discapacidad) , inspirada en el artículo 30 de la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad , supone un paso fundamental en el derecho de accesibilidad y participación activa en la vida cultural de España de todas las personas con discapacidad. Así, en concreto, se establece el compromiso de promover el acceso de las personas con discapacidad a los fondos bibliográficos y documentales, facilitando los recursos de apoyo necesarios. Compromiso que esta antología viene a satisfacer en parte muy fundamental.
Adicionalmente era para nosotros inexplicable que no existiera ya una antología como esta de poesía española en LSE, puesto que una lengua como la LSE, cuya componente básica radica en la visualidad, permite expresar reforzadamente el valor de lo simbólico del lenguaje literario que se quiere trasmitir, en especial el de la poesía, cuya esencia diferenciadora del resto de géneros literarios es precisamente la preeminencia del símbolo.
Así, la propia UNESCO, cuando estableció el Día Mundial de la Poesía, tenía como objetivo principal apoyar la diversidad de las lenguas a través de la expresión poética, porque la poesía es un arte milenario. Arte verbal, juego de palabras, estética oral y visual. Elemento permanente en la construcción de la vida social, tanto como la música, la danza y las artes plásticas, la poesía es parte fundamental del patrimonio inmaterial de la Humanidad. La poesía nos enseña mucho acerca del universo de los otros, sobre sus valores y sus sueños. La poesía es una puerta abierta para el diálogo y la comprensión entre los humanos.
Las versiones escogidas para los poemas han sido modernizadas en los casos necesarios al castellano actual de uso (donde no se indique otra cosa las versiones son de Jaime Alejandre) pues nada restan al original y facilitan su apropiada comprensión.
Asimismo, aquellas obras de la antigua lírica española escritas originalmente en árabe, gallego o catalán antiguo, se han recogido aquí exclusivamente en sus versiones en castellano; pero los poemas de la lírica gallega, vasca o catalana más cercanos a nuestros días, escritos por tanto en lengua de uso en la actualidad, se han trascrito en forma bilingüe para que aquellos lectores que utilicen tales lenguas puedan tener acceso a los originales tal y como se redactaron. Ello además de contar con la íntegra traducción a LSE, objeto principal de esta antología.
Respecto a la selección de los poetas aquí presentados (realizada por Jaime Alejandre, conjuntamente, en parte, con Dolores Valdemoro), tenemos que reconocer que pocos actos contienen tanta injusticia como una antología poética. La necesidad de reducirla a un número manejable de textos y autores para hacer un trabajo que pudiera ser útil para su uso educativo en las escuelas, así como para un amplio rango de edad de personas sordas que quieran tener acceso al acervo lírico español en su propia lengua, la LSE, ha implicado excluir a unos poetas intentando no convertir el libro en un almacén donde la sobreabundancia causara confusión en vez de claridad. Así, aunque para solidarizarnos con lenguas que no son tratadas con la igualdad que se merecen (como ocurre con la LSE) hemos querido incluir poesía española en lenguas diferentes a la castellana, hemos tenido no obstante que escoger a muy pocos autores, debiendo prescindir en esta edición de algunos poetas vascos, catalanes o gallegos como Gabriel Aresti, Joan Maragall o Álvaro Cunqueiro.
En relación con las mujeres poetas, sin embargo, se ha intentado incluir a la mayoría de las que han trascendido hasta nosotros. Puede que en ciertas ocasiones, la poesía de alguna de las elegidas no destaque en comparación con la de ciertos coetáneos suyos excluidos aquí, pero la discriminación a la mujer en todos los ámbitos del arte hasta hace apenas unos años nos hace pensar que magníficas poetas jamás pudieron publicar y por eso nos son desconocidas, habiéndose perdido injustamente en el olvido sus obras. Por ello lo intentamos compensar incluyendo a las que sí nos llegaron, como sor Juana Inés de la Cruz o Carolina Coronado, que demasiado a menudo son excluidas de las antologías, siendo extraordinarias poetas.
Finalmente, el único consuelo que queda al seleccionador por la injusticia cometida al excluir a extraordinarios poetas es creer que esta antología tenga tan buena acogida como para que sea sólo un “primer” tomo y que podamos ampliar la selección en futuras publicaciones para incluir a aquellos que aquí no cupieron por los límites que la realidad acostumbra a imponer. Sépase que más duro ha sido para el antólogo tener que posponer a ulteriores tomos la obra de poetas esenciales, desde Al-Mu’tamid, hasta Juan Ramón Jiménez o Dámaso Alonso, dejando también en el camino a Fray Luis de León, Cervantes o Gabriel Bocángel entre decenas más de poetas españoles universales . Así es la vida cuando se tiene la fortuna de vivir en España, que ha sido y es uno de los países que más glorias inmortales ha aportado a la poesía.
Pero aun con estas limitaciones, podemos asegurar que vale aquí hoy, sin duda alguna, la arquetípica frase de que en esta antología “no están todos los que son, pero son todos los que están”.
El siglo XX español volvió a alumbrar un nuevo Siglo de Oro de la poesía española (aunque algunos estudios lo llaman siglo de “Plata”) como lo fueron los siglos XVI y XVII en el apogeo de la poesía renacentista y barroca. En el caso del siglo XX, comienza con el pesimismo de la Generación del 98 que tuvo que cantar la pérdida definitiva de relevancia internacional de nuestro país simbolizado en la culminación de los procesos de independencia de nuestras colonias. Al formalismo inicial del modernismo sigue, coincidiendo con la I Guerra Mundial, una poesía que podemos llamar reformista, con los hermanos Machado o Juan Ramón Jiménez (premio Nóbel en 1956). Y por fin llega a España la explosión en todas las artes de un vanguardismo feroz que en poesía culmina con ciertas corrientes estéticas innovadoras como el surrealismo, conviviendo con otras de carácter más clásico, todas alrededor de la denominada Generación del 27 (Alberti, García Lorca, Dámaso Alonso…). A partir de aquí predomina en la lírica española el verso suelto, sin rima, pero se mantienen el soneto y el romance como tradicionales.
En 1936, la insurrección contra el Gobierno de la II República española por parte de los poderes tradicionales conservadores (ejército, clero, intereses económicos), acaba por convertirse en la herida fundamental de la sociedad española. A tres años de Guerra Civil sigue la dictadura del general Franco. La gran mayoría de la intelectualidad española huye al exilio (México, Argentina, Francia principalmente) y muchos mueren allí (Cernuda, Machado, León Felipe, Juan Ramón Jiménez…). También se constituye un “exilio interior” en el que destaca Vicente Aleixandre (premio Nóbel en 1977), representante del surrealismo.
La literatura y, en concreto la poesía, vive desde entonces unos años de “búsqueda” tras la trágica convulsión, que la conduce hacia una poesía existencial y desarraigada. No obstante, tras la II Guerra Mundial, el asentamiento del régimen militarista hace que en los años 50 la lírica española se centre en el realismo social (Gabriel Celaya, Ángel González). Además deciertos poetas que, como en todas las épocas son difícilmente encasillables en una “generación” ya sea por cuestiones líricas como políticas, como Luis Rosales, Blas de Otero, Claudio Rodríguez o José Hierro.
Se llega así hasta los años 70 en el que el deseo de ruptura con un régimen político que había durado cuatro decenios, en el mundo del arte conduce a un nuevo resurgir del vanguardismo y la experimentación que, en poesía toma diferentes personalidades de expresión, destacando los poetas denominados “novísimos” (Pere Gimferrer, Guillermo Carnero, Luis Alberto de Cuenca). También se “restaura” el dinamismo literario en lenguas diferentes de la castellana (vasco, catalán, gallego), que durante la II República había comenzado y fue interrumpido por la dictadura.
Este dinamismo y deseo de cambio culmina con el proceso de Transición española y el establecimiento de un régimen democrático y del Estado del Bienestar. A finales de los años 80 y durante los 90, en poesía se produce un proceso de bipolarización de las corrientes líricas, al modo del conceptismo y culteranismo barroco, con la poesía de la “Experiencia” por un lado (Luis García Montero) con una tendencia creciente hacia el conservadurismo, y la poesía de la “Diferencia” (José Ángel Valente , Antonio Gamoneda) por otro, buscando vías de expresión más experimentales pero que en cierto modo, en algunos de sus representantes ha conducido a un hermetismo elitista . Como en otras épocas históricas de nuestra lírica, a estas dos corrientes mayoritarias se suma un importante elenco de otros grandes poetas (Rafael Pérez Estrada, por ejemplo) cuya obra se resiste a ser calificada de modo estanco y cuya originalidad supera los encasillamientos excesivamente estrechos y formales.
El criterio de selección para la poesía del siglo XX incluye una condición previa que es no recoger en esta antología obra de poetas vivos. Por ello obviamos las tendencias de la Experiencia y la Diferencia e incluso la de los Novísimos, la mayoría de cuyos representantes siguen escribiendo en la actualidad.
Tras la Guerra Civil se produce un momento de gran degradación social y cultural. Lo mejor de la intelectualidad y de la creación artística
Un gran conjunto de poetas de una calidad extraordinaria, en el período de la II República española, truncado por la Guerra Civil
Dos corrientes unidas por la crisis moral, política y social acarreada por la pérdida de colonias que los inclinan hacia el “regeneracionismo”
Tras el período de decadencia de la poesía española del siglo XVIII empieza un resurgimiento en nuestra lírica
La poesía de la época de apogeo de la cultura española, esencialmente el Renacimiento del siglo XVI y el Barroco del siglo XVII
La conclusión de la Reconquista con la europeización de las relaciones de España y Carlos V deja de mirar al sur para enfocarse a Europa.
La poesía que comienza en el siglo X (jarchas, moaxajas203 ), en plena dominación árabe, y se extiende hasta el XV con el final de la Reconquista.
C/Islas Aleutianas, nº 28. 28035 Madrid. Teléfono: 91 376 85 60, Fax: 91 376 85 64,